¿Llevarse los muebles o venderlos para comprar nuevos?
Artículo revisado por el Comité
Mudarse implica una serie de decisiones importantes que van desde cómo dividir el embalaje o inquietudes relacionadas con los muebles actuales y su posible venta.
Uno de los grandes dilemas a la hora de una mudanza tiene que ver con los muebles y la decisión de si llevárselos o no a la nueva residencia. Antes de tomarla influyen varios factores, incluso desde los emocionales hasta los que tienen que ver con lo más práctico y el presupuesto de cada quien.
Es por esto que no hay una respuesta que sea única, porque siempre va a depender de las posibilidades y necesidades. Por ejemplo, para algunos no importará lo costoso, económicamente, que sea el traslado de determinado mueble, pues el valor emocional puede ser mayor o valer lo que se va a desembolsar para mudarlo.
Sin embargo, hay otras ocasiones en las que sin existir el apego a determinado objeto, resulta bastante más recomendable el vender los muebles y luego comprarse para la vivienda nueva. Incluso a veces la decisión se tomará considerando un tema energético: dejar todo atrás para un nuevo comienzo, por ejemplo.
Ahora, volviendo a lo central, hay cuatro aspectos fundamentales que hay que considerar a la hora de optar por alguna opción:
- La distancia: los servicios de mudanza suelen ser más elevados en su precio mientras más largo sea el recorrido que tienen que hacer, por lo que si se trata de un cambio entre ciudades lejanas, valdría la pena considerar la venta de los muebles actuales y adquirir nuevos. Para ello también será útil y necesario hacer un presupuesto de lo nuevo que se compraría, lo que se conseguiría con la venta de los muebles antiguos y finalmente contrastar todo con el valor del flete, para así conocer la conveniencia.
- Antigüedad de los muebles: habrá oportunidades en que para algunos resulte más económico trasladar todos los muebles, sin embargo al pensar en la antigüedad de estos, la opinión podría cambiar al tener en cuenta que con el viaje en el camión de mudanzas, estos pueden terminar estropeándose, de modo que a la larga no valdrá la pena ni el dinero gastado en el servicio, ya que habrá que adquirir elementos nuevos.
- Valor sentimental: en algunas oportunidades los objetos o muebles tendrá un valor que superará cualquier razonamiento lógico o práctico. Se trata, por supuesto, del valor afectivo o el apego que se tenga a estos. Para algunos será porque ha sido una herencia familiar, por ejemplo, y para otros, por todo lo que se ha vivido junto a los mismos, creando un lazo emocional producto de los buenos recuerdos asociados.
- Espacio en la nueva residencia: sin ser menos importante, queda el analizar la cantidad de espacio nuevo respecto del actual, para así tener claro desde el principio si es que se podrán llevar todos los muebles o si es que, obligatoriamente, habrá que desprenderse de algunos otros.
Y en el caso de que se quiera tanto vender antiguos muebles como adquirir nuevos, cabe resaltar que una gran alternativa sería la opción de elegir una mudanza compartida para abaratar costos. Esto porque, sobre todo en tramos largos en distancia, hay compañías que ofrecen la posibilidad de compartir un camión de carga, dividiendo el espacio común entre dos o más personas. Esto ya sea porque se va a la misma ciudad o a alguna que quede en el camino.